Publicado por pueblo mártir
El Comercio y otros diarios limeños, entonces en circulación, anunciaban en páginas interiores -más como curiosidad que como acontecimiento trascendental- el “Match” entre el UNIÓN CRICKET de Lima, frente al CERRO DE PASCO FOOTBALL CLUB. Era el primer partido interprovincial de nuestra historia en el que se disputaba la “Copa Municipal” de Lima. Hasta entonces las competencias se habían circunscrito a cotejos entre el Unión Cricket y el Lima Cricket, nunca con otros equipos ajenos al ámbito de Lima. Si la ansiedad era inmensa en Lima, en el Cerro de Pasco, lo fue más. Los diarios comentaron con gran entusiasmo el significado de la invitación. Los corros de aficionados habían crecido de tal manera que cada Club, tenía conformada su “hinchada” desde 1885. El cónsul inglés, Henry Stone –el más entusiasta de los aficionados- solicitó a sus paisanos de la Railway Company, dispusieran el servicio de un coche de primera donde viajarían autoridades, dirigentes e invitados especiales y dos coches de segunda para el grueso de “barras” y banda de música. Partirían al mediodía, después del desfile general, para llegar a su destino en la noche.
El 29 de julio de 1910, se podía apreciar una marcada emoción hasta entonces inédita en el ámbito popular. Se enfrentarían dos escuadras respetables que habían alcanzado fama y general aceptación en el pueblo. Nadie en ese momento podía vaticinar que, andando el tiempo, el fútbol se convertiría en el más popular en el mundo entero. Mucho antes de las tres de la tarde -hora programada- fueron llegando en bullangueros grupos. Formaban inmenso gentío, con bocinas, matracas y “maquinitas” ruidosas (nacientes antecedentes del “hinchaje” popular y las detestables “Barras Bravas” actuales). Poco a poco colmaron las instalaciones del escenario escogido para la disputa: la cancha de Santa Beatriz. En las afueras se arremolinaban coches de alquiler y sobrevivientes “Victorias” y “Berlinas” que habían conducido a oletones “Niños Bien”. Eran también numerosos los carretones alquilados a los estibadores que atiborraban las inmediaciones. Éstos habían transportado al escenario a los numerosos visitantes aficionados cerreños.
Las líneas de la cancha, encaladas debidamente, cumplían con el reglamento establecido. Teniendo una expectante muchedumbre que rodeaba el campo, con sólo una tribuna para las autoridades, ingresaron los equipos en medio de ensordecedoras aclamaciones que se fundían con la estridente fanfarria de una Banda del Ejército. Convocados por el referee y los linesmen –los tres ingleses- los capitanes se saludaron e intercambiaron sendos ramos de flores y saludos cordiales. Cumplido el protocolo, los equipos formaron así. El Unión Cricket de Lima, vistiendo uniformes rojos, con: Cillóniz, en el arco; Smith y Valderrama, de full backs; Morales, Biondi y Andrade, de hass backs; Ureta, Alfaro, Ramírez, Sauri y Sánchez, en la delantera. “El Cerro de Pasco Football Club”, con impecables camisas de manga larga y pasadores en el cuello, rayas verticales en negro y oro, traídas de Inglaterra mediante el consulado inglés. Su conformación fue la siguiente: Campbell, de goal keeper; Blair (Capitán) y Wilson, de full backs; Trocedie, Mac Leod y Mac Carthy, de hass backs; Mac Kensie, Mac Donald, Lees, Poster y Borondige, atacantes. Iniciado el partido, los sorprendidos espectadores vieron una demostración de alta escuela futbolística, hasta ese momento inédita en Lima. Los aguerridos “cerreños” haciendo un juego vistoso pero de fuerza y armonía, tuvieron a mal traer a los contrarios que, sorprendidos, tuvieron que esforzarse al máximo para atenuar el virtuosismo visitante que salió ganando aquella memorable tarde ante la satisfecha aceptación del público. “El Comercio” en su edición del 1º de agosto, rememoraba así el partido: “Triunfo del Team del Cerro de Pasco”. “Ante una numerosa concurrencia se llevó a cabo el gran match de fútbol anunciado para el día de ayer entre el “Club Unión Cricket” de Lima y el “Cerro de Pasco Foot Ball Club” de la ciudad minera, capital del departamento de Junín, disputándose la hermosa “Copa Municipal” de plata sólida. “Bajo todo punto de vista, el match de ayer ha sido el mejor que el Unión ha jugado por muchos años, pues ha luchado con un equipo verdaderamente sorprendente por fuerte y homogéneo”. “Desde que el referee dio la señal de partida, el juego fue muy interesante, pues la bola invadía ambos terrenos pero sin resultado alguno, pues los full backs y goalkeepers defendían admirablemente”. “Varias veces hemos visto al centro forward de los gringos hacer bonitas combinaciones con sus extremos y traerse la pelota a la puerta del goal del Unión, pero desgraciadamente no podían penetrar en él por la buena defensa contraria”. “Los forwards hacían otro tanto, pero dejaron mucho que desear frente al goal, pues hemos notado que ninguno de los cinco de ayer sabían shotear; sin embargo, hay otra cosa que tomar en cuenta y esta es la gran defensa del team “gringo”, pues los dos full backs hicieron un juego muy notable, destacando el sólido Wilson y el goal Keeper Campbell que rayó a gran altura”.

“Terminado el match en tiempo reglamentario, quedaron tablas a cero goles. Con el objeto de decidir el premio se acordó jugar veinte minutos más. El triunfo final fue del Team del Cerro de Pasco que logró el primero y único goal de la tarde en forma extraordinaria”. “Por lo expuesto se ve que el team de los gringos está compuesto por jugadores de indiscutible mérito, habiendo sido el premio que obtuvieron el verdadero homenaje a sus méritos. Un equipo inolvidable que ha logrado un triunfo apoteósico” “Deseamos que el encuentro de ayer no sea el único porque habiendo visto los interesantes lances que se desarrollaron durante el juego debido a la igualdad de los teams, nos hace suponer que una próxima combinación despierte el más vivo interés entre los numerosos aficionados con que cuenta este juego”
La recepción a nuestra triunfante delegación fue extraordinaria. En el andén del ferrocarril, centenares de aficionados con carteles, pitos y matracas lanzaban vivas a los triunfadores que fueron paseados en hombros por las calles céntricas de la ciudad y conducidos al consulado de la Gran Bretaña -esquina de Parra con Cayac Grande- donde la celebración fue apoteósica.
Como era de esperarse, la impresión que causó el juego armonioso y aguerrido de los “cerreños”, inundó de preguntas a los aficionados de entonces. ¿Cómo es posible que en aquel pueblo lejano de la sierra, se podía jugar de una manera tan espectacular y brillante?. ¿De dónde habían salido estos artistas?. Las respuestas fueron conociéndose poco a poco.
A mediados del siglo XIX, el transporte de minerales a los socavones del oste de la ciudad, se había tornado muy difícil por la carestía de acémilas. En el norte argentino escaseaban las mulas. Experimentado exitosamente el desempeño del primer ferrocarril de la costa, en 1851, instaurado por Ramón Castilla, el Gremio de Mineros con el Gobierno Central, encargan a Henry Meiggs el tendido de uno similar para el transporte de los minerales del Cerro de Pasco a los ingenios de las 120 haciendas de Occoroyoc y Quiulacocha. La obra corre a cargo de los contratistas ingleses Wayman y Harriman, a quienes Meiggs delegara la responsabilidad.
Para la construcción de esta obra, inaugurada el 1º de junio de 1869, se transportó maquinarias, herramientas, rieles, etc. desde el Callao por la ruta de Canta. Los ingenieros, proyectistas, geólogos, dibujantes y técnicos, hasta los jefes de obra, eran ingleses. Solamente los braceros eran peruanos, especialmente cerreños. Junto al bagaje de conocimientos técnicos, los ingleses trajeron consigo la afiebrada afición por el deporte del Fútbol. Su práctica diaria en los abiertos campos de Occoroyoc ante la mirada asombrada de los lugareños, despertó en éstos un irrefrenable deseo de imitación. Los nuestros –inteligentes y observadores- aprendieron regates, cabreos, cabezazos, shots, fintas, desplazamientos veloces, etc. En poco tiempo ya habían conformado sus equipos. Así nacen los primeros equipos cerreños que enfrentan con marcado éxito a sus maestros. Para esa fecha ya era notable la cantidad de ingleses residentes en la ciudad minera. Primero los llegados a extender el primer ferrocarril de la sierra y luego otra respetable cantidad llegada a trabajar en la Empresa Pasco Peruana que buscaba desaguar las minas por Rumiallana. Esta numerosa colonia presidida por su cónsul, participaba en todas estas actividades deportivas que contribuían al acercamiento entre ingleses y cerreños. Por aquellos años el fútbol era practicado como una novedad avasallante, primero entre los ingleses y luego, por el resto del mundo. En octubre de 1863, la Universidad de Cambridge había establecido los cánones definitivos que regiría el fútbol y, desde entonces, los ingleses, especialmente los marinos, fueron difundiendo por el mundo la práctica de este deporte. “La era de los deportes de multitudes se inició junto con la del capitalismo industrial. Es sabido que el fútbol surgió como producto de las nuevas condiciones sociales generadas por la revolución industrial en Inglaterra del siglo XIX. La concentración urbana, la masificación social y la alienación del trabajo fabril originaron que quienes laboraban en esas condiciones utilizasen su escaso tiempo libre en juegos colectivos, diversiones en equipo, recreos de masas en áreas abiertas, generalmente en torno al impulso de una pelota. Así se gestó el fútbol (y el Vóleibol, el béisbol, el básquetbol). A un tipo de trabajo en equipo dentro de las fábricas le correspondió históricamente un tipo de juegos también en equipo. (DEUSTUA CARVALLO, José.- “La incorporación nacional del fútbol” en LA REVISTA, Nº 7, marzo de 1982:42).
Después, de la infausta guerra con Chile que diezmó nuestro capital humano y fiduciario, hubo también frustrantes consecuencias para la minería nacional. Henry Meiggs que conjuntamente con Pflucker y Gildemeister habían iniciado la explotación del Socavón de Rumiallana con abundosa producción, se vieron impedidos de seguir debido al inicio de la guerra y la posterior muerte de Meiggs. Felizmen¬te, los últimos años del siglo, lograda la paz a precio inconmensurable, se alcanzaron notables progresos en nuestra minería. El acontecimiento que constituye una revolución en nuestra industria minera lo constituye el descubrimiento de las extraordinarias vetas de cobre. A partir del primer año del siglo XX se marca la otra etapa en nuestra tierra. Se van los ingleses y llegan los norteamericanos. Felizmente, este acontecimiento, no varió en nada la afición que había tomado carne en la costumbre del pueblo. Cuando en Lima fundan el primer Club Peruano llamado UNION CRICKET, ya en nuestra ciudad existían clubes sin inscripción oficial alguna porque no había estamentos matrices que los empadronaran. Los periódicos son, de alguna manera, los registros del nacimiento de aquellas instituciones.
Fuente: http://pueblomartir.wordpress.com/2012/07/17/el-cerro-de-pasco-pionero-del-futbol-en-el-peru-01/